Club de triatlon IM-iN: LA PEDALS DE FOC: DAYTHREE

El lunes, cuando todo el universo curraba (bueno, la gente que tiene la gran suerte de hacer algo, que tal y como va el país), nos levantamos y nos citamos de buena mañana en el restaurante del hotel. El desayuno, como dice nuestro colega catalán David Roca, IM-PECABLE! Estábamos nerviosos y aunque todos arrastrábamos alguna molestia sabíamos que lo peor había pasado y que quedaba lo mejor, el disfrute y la vuelta a casa. Eso si, teníamos por delante casi 70 kilómetros con la última modificación del recorrido.

Terminamos de desayunar y montamos las bicis en la furgoneta del tipo del hotel. Como no cabían todas atrás el colega tenía un remolque súper profesional así que con todas más o menos agarradas (eran sólo 4 kilómetros), circulamos por la carretera de vuelta a SON. Era un poco más tarde de las nueve de la mañana, así que comenté que para ser el día con más lío al final era el que antes íbamos a salir. Le preguntamos al colega que cuánto era, pero nos dijo que era un servicio del hotel, que no había que pagar nada. Pero qué maravilla! Le dimos 10 euros de propina y nos pusimos en marcha.

Lo mejor de esta etapa fueron sin duda las bajadas continuas y el disfrute de darnos cuenta, al final, la clara mejoría en el manejo de la BTT. Está claro que ciclar, como se dice en el Road book de los c*jones, sabemos, pero descender por trialeras y caminos técnicos, seguía y sigue siendo nuestra asignatura pendiente. No obstante, la mejoría fue impresionante.

Al principio de ese día, que no todo iban a ser alegrías desde el principio, nos tocaba un poquito de ascensión, para luego disfrutar del descenso por el bosque de Gerdar…caminos y más caminos donde casi no llegaba la luz por la frondosidad de los árboles…
Lo mejor, que las fotos hablen por si mismas, aunque el lugar hay que verlo en directo. No nos arrepentimos nada de alargar la excursión esa mañana, tremendo acierto.

Después de este descenso bastante técnico en algunos tramos, tuvimos ascensiones ligeras, por el parque, subiendo y bajando hasta llegar al Valle de Arán. Allí la misión estaba casi cumplida así que aceleramos un poco para llegar al refugio Amics de Montgarry (según Wikipedia el punto más frío de España con 200 días de nieve al año) donde degustamos, como ya era habitual, unos bocadillos espectaculares, en unas mesitas al sol. Los bocatas espectaculares pero a un precio espectacular también! Pero qué más da? Qué son tres rayas más para un tigre?

Así que con la cervecita y los bocatas recién depositados en el estómago enfilamos hacia Beret. Ay, Beret, que parecía cerca pero no lo era tanto. De regalo una subida prolongada en la que el equipo sufre y Gus, a pesar de mi esfuerzo por seguirle, se escapa en solitario. Para colmo de males se me sale la cadena y ya me resultó imposible seguir el ritmo de su 29er. Un detalle que ya es habitual en el pelotón ciclista, no se respeta nada y lo que importa es la victoria. Atrás quedaron los tiempos de camaradería en el pelotón. En cualquier caso iba como una moto, no le hubiese seguido ni con el motor de Cancellara. Aún con todo sigo a buen ritmo y me tranquilizo porque voy muy rápido y ya no me duele tanto la rodilla derecha, ahora me duele la izquierda también. Qué alivio!

Finalmente llegamos todos a Beret y, tras alguna broma de que faltaba aún una gran subida (Currito dice que el baja por la carretera porque ya no puede más), revisamos bien el roadbook y vemos que ya es todo para abajo.

Lo único es que teníamos que ir a por el Camelbag de Gus. Si estaba en casa de Bruno, pasábamos al lado. Al final, Gus decidió ir solo a por él (estaba claro que nadie iba a poder subir esa cuesta luego) así que tras una bajada técnica con desfiladeros y todo, nos sentamos a esperarle.

El sol pegaba como nunca y yo aproveché para broncearme y llegar al curro cual Luis Miguel o un Zaplana cualquiera. Como nota curiosa decir que, justo en ese punto, Gus pinchó. No fue nada grave porque lleva repuesto para su 29er pero es curioso que fuese el único pinchazo de todo el viaje. Mientras esperábamos nos llama y nos dice que bajemos que él ya va por la carretera hasta Vielha. Y es que Gus odia los precipicios y los descensos.. El vértigo, que es que es la kriptonita de este hombre.

Nos ponemos la equipación, bajamos las tijas (los que podemos) y toooodo para abajo.
Caminos, trialeras, descensos entre árboles… Espectacular la bajada y espectacular los progresos. El Cube team, Azqueta y yo, atrás, los únicos con rígidas y curiosamente sin tubeless. Adelante los de siempre: Bruno, con sus manos; V de Veleti que ha mejorado mucho. Currito, vaya pasada me dio; Y el Jimmy, que con la doble dice que sube peor, (menos mal!), pero desde luego baja como una bala.

Y con esto llegamos a Vielha, pasadas las seis como habíamos pronosticado. Ahí nos esperaba Gus y nuestro ansiado maillot. Eso si, un único pero. La organización nos quería cobrar 130 euros por llevar dos maletas de más. 130 euros! Cóoomo! Si, 65 por maleta! Por un momento pensaba que estaba en Ryanair y que todo era una pesadilla. Conversamos con la chica de allí. Dos maletas más? Pero si son dos mochilas enanas? Para cobrar a alguien 130 euros de más tienes que tener las cosas bien documentadas. Yo no me pongo nervioso, total si hay que pagar se paga, pero me parece inadmisible.
Seguimos hablando con ella, resulta que no, que no son las maletas, que es el peso… Ahora es el peso. Vamos a ver, vamos a ver… Finalmente mira bien y nos cobra una maleta extra. Vale, 65 euros, es más razonable y para no discutir pues pagamos. Aunque luego mira la documentación y no, que son 55 euros. Nos devuelve 10. Pues vale.

Total que un poco de lío y el único punto un poco confuso de todo el viaje. Un viaje muy recomendable y una organización espectacular, aún con lo del final. El maillot no me queda del todo bien pero mola, es el maillot de La Pedals. Lo enmarco? Naaah, hay que ponérselo.

A por la próxima excursión!

(Si, ahora las fotos, que paso de colocarlas que para el caso que me hacéis...Ingratos!)

En el bosque del Gerdar: