Diario de un Ironman
Protagonista: Nino
Día: 9 de Julio de 2011
Dia 1. Primer entrenamiento.
Plan: 50kms en bici por el carril-bici hasta Colmenar.
Hora: las 8:00am
Sensaciones: muy malas. Pájara incluida en el km 20.
Pronóstico: muy negro
Bicicleta prestada, zapatillas prestadas, sin gafas, sin casco, sin maillot, sin bidones de agua. Así se presentó nuestro héroe Nino a su primer entrenamiento hacia la gloria. El plan era hacer 50 kms en bici de carretera hasta Colmenar muy suaves, como primera toma de contacto.
- “Oye, debajo del culotte lleváis calzoncillos, verdad”. No Nino, no, debajo del cullotte se va a pelo, que hay que hacer “callo”. “Coño, es que lo he comprado ayer en Decathlon y no lo he lavado!”. “Da igual, si te sale gonorrea, ya tienes excusa”
- “oye, como se enganchan las zapatillas en las calas de la bici?” . Pobre Kike, si supiera que su bici de 4.000 euros la va a utilizar un indocumentado
- “Luis, como se cambian las marchas?”
- “Con que freno se frena?” Pues con los dientes cuando no queda más remedio.
Salimos a las 8:30am, tras media hora de instrucción ciclista. Las primeras rampas sirven para que se familiarice con la herramienta y enseguida suelta: “Esto va a estar chupado”. 15 kilómetros después, Nino quería bajarse de la bici. Temblores en las piernas, quemaduras de tercer grado en la calva, cara desencajada y peor pronostico que Indurain subiendo el Mortirolo. Tenemos que parar en el km 22. Javino suelta su frase más premonitoria. “Si seguimos 2 kms más, no me presento al Ironman”. Le proporcionamos geles y agua. Nos ofrece llamar a un taxi en vez de volver pedaleando. Por encima de mi cadáver. Todo el camino de vuelta es cuesta abajo. Nino no es capaz ni de dar pedales. Se arrastra, suplica que termine el suplicio. Repta, no pedalea. Implora, no habla. Babea, no puede ni cerrar la boca. Parece un caballo con la saliva cuajada en la comisura de los labios. Que visión, que esperpento.
Nos pasan por el carril hasta mujeres embarazadas en mountain –bike. Que vergüenza! No quiero que me asocien a un tipo que además va diciendo en voz alta: “Yo es que estoy entrenando para el Ironman”. Llegamos a los coches con los siguientes registros:
Distancia: 48kms
Tiempo: 1h 50 min
Velocidad media: 24,1 km/h. Creo que es la velocidad media a la que corre un maratoniano africano, y no llevan ruedas!!!
Ahora toca el reposo. Desayuno en BOSS consistente en Sándwich mixto con huevo, Coca-Cola, media baguette de jamón y queso y 3 pitillos. Nino habrá consumido unas 400 kcal con el ejercicio y ha ingerido aproximadamente 1200 kcals. Creo que esto se le va a hacer muy, muy largo. Quiero doblar mi apuesta a que no lo consigue. Yo como entrenador de triatlón jamás me he enfrentado a un reto tan duro.
VEANSE las FOTOS de tan magno día
Protagonista: Nino
Día: 9 de Julio de 2011
Dia 1. Primer entrenamiento.
Plan: 50kms en bici por el carril-bici hasta Colmenar.
Hora: las 8:00am
Sensaciones: muy malas. Pájara incluida en el km 20.
Pronóstico: muy negro
Bicicleta prestada, zapatillas prestadas, sin gafas, sin casco, sin maillot, sin bidones de agua. Así se presentó nuestro héroe Nino a su primer entrenamiento hacia la gloria. El plan era hacer 50 kms en bici de carretera hasta Colmenar muy suaves, como primera toma de contacto.
- “Oye, debajo del culotte lleváis calzoncillos, verdad”. No Nino, no, debajo del cullotte se va a pelo, que hay que hacer “callo”. “Coño, es que lo he comprado ayer en Decathlon y no lo he lavado!”. “Da igual, si te sale gonorrea, ya tienes excusa”
- “oye, como se enganchan las zapatillas en las calas de la bici?” . Pobre Kike, si supiera que su bici de 4.000 euros la va a utilizar un indocumentado
- “Luis, como se cambian las marchas?”
- “Con que freno se frena?” Pues con los dientes cuando no queda más remedio.
Salimos a las 8:30am, tras media hora de instrucción ciclista. Las primeras rampas sirven para que se familiarice con la herramienta y enseguida suelta: “Esto va a estar chupado”. 15 kilómetros después, Nino quería bajarse de la bici. Temblores en las piernas, quemaduras de tercer grado en la calva, cara desencajada y peor pronostico que Indurain subiendo el Mortirolo. Tenemos que parar en el km 22. Javino suelta su frase más premonitoria. “Si seguimos 2 kms más, no me presento al Ironman”. Le proporcionamos geles y agua. Nos ofrece llamar a un taxi en vez de volver pedaleando. Por encima de mi cadáver. Todo el camino de vuelta es cuesta abajo. Nino no es capaz ni de dar pedales. Se arrastra, suplica que termine el suplicio. Repta, no pedalea. Implora, no habla. Babea, no puede ni cerrar la boca. Parece un caballo con la saliva cuajada en la comisura de los labios. Que visión, que esperpento.
Nos pasan por el carril hasta mujeres embarazadas en mountain –bike. Que vergüenza! No quiero que me asocien a un tipo que además va diciendo en voz alta: “Yo es que estoy entrenando para el Ironman”. Llegamos a los coches con los siguientes registros:
Distancia: 48kms
Tiempo: 1h 50 min
Velocidad media: 24,1 km/h. Creo que es la velocidad media a la que corre un maratoniano africano, y no llevan ruedas!!!
Ahora toca el reposo. Desayuno en BOSS consistente en Sándwich mixto con huevo, Coca-Cola, media baguette de jamón y queso y 3 pitillos. Nino habrá consumido unas 400 kcal con el ejercicio y ha ingerido aproximadamente 1200 kcals. Creo que esto se le va a hacer muy, muy largo. Quiero doblar mi apuesta a que no lo consigue. Yo como entrenador de triatlón jamás me he enfrentado a un reto tan duro.
VEANSE las FOTOS de tan magno día
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